Lugar olvidado, donde el tiempo se pierde como si no existiera en esta trampa condenatoria de cerrojos inexistentes. Anclados, a esa puerta abierta para la entrada cuando no hay otro lugar donde llegar y candada hacia una salida cada día mas lejana. Distante y difusa, pero cuya sola imagen nos adormece en un cuidado bucle sin fin, que es aderezado por el eterno fatalismo del destino.
Que nos desposeerá de todo, abandonándonos después a la desidia si exceptuamos quizás…. Esa memoria maldita, que acompaña siempre a los refugiados caducos ya de oportunidades. El motivo, mejor correr un tupido y espeso velo que lo oculte eternamente en este perdido estercolero.
Maldita pobreza palpable, que se siente como algo mas que un decorado de cartón piedra. Sensación conseguida, en base a una fotografía de expresividad absoluta que duele sin querer hacerlo. Y si, no hay trabajo, no hay papeles, en realidad solo desilusión y calor torrencial. Apatía, no exenta de la indolencia del perdedor tras la que un día tras otro se penaran los pecados cometidos o por realizar.
Desprendiendo, resignación sudorosa para un grupo de nativos y refugiados europeos a los que se les adivina un pasado tan turbio como el agua que beben. Pero todavía hay clases hasta en el averno y ambos grupos, diferenciados por invisibles lineas de raza. Pero a la vez, hermanados en el abandono a su suerte en este país bananero que cuesta situar en cualquier mapa.
Prologo extenso y dilatado, pero necesario para crear empatia y la sensación de desarraigo antes de empezar un viaje desolador. Que tras un accidente, se ofrece como plan de escape. De salida donde nunca la hubo y como tal, sera abrazada y soñada como ultima oportunidad inesperada que el destino nos brinda con sus habituales dientes de fiera.
Una tonelada de nitroglicerina como irresistible y tentador cebo. Transportada, en dos camiones sin amortiguacion y exentos de cualquier preparación para albergar explosivos Que rodaran por caminos que evitarían las mismas cabras persiguiendo la esperanza de ese engañoso premio que no es otro….. Que la libertad de elegir una salida. Y ante eso, quien piensa en el peligro, en lo imposible. Simplemente en hacerlo, en conseguirlo a cualquier precio aunque ese sea una vida que en realidad hace tiempo dejo de serlo.
Y la tensión empieza a fluir como arte de magia y olvidamos que algunos secundarios sean de chiste. Da igual que no estén a la altura de la película, el espectáculo ha empezado y en cada curva, en cada obstáculo mas demoledor que el anterior sufrimos con ellos. Permanecemos junto a los conductores deseando que acabe ese infierno de calor barro y muerte. Que por una vez, todo suceda como debería y que el final sea distinto al único posible..
Y mientras llega, simplemente avanzar hacia la meta ansiada. Hacia esa luz que nos niega una naturaleza depredadora extasiada ante un sistema que la potencia, haciendo de nosotros simples animales acorralados y peligrosos .Embadurnados de barro y negándonos a desfallecer en esta artesanía cinematográfica de tensión perfecta. Basada en primeros planos y cámara firme que emanan la angustia de un par de indeseables, jugando su ultima carta contra la fatalidad marcada.
Película, cien veces imitada posteriormente en mas recientes films y de la que han bebido multitud de directores. Pero a la que ninguno ha sabido dotar de la demoledora critica social en tono existencial que se desparrama a lo largo de toda la cinta. Ni tampoco acercarse a la profundidad del relato de caracteres en personajes parcos en palabras y aun así, capaces de transmitir ese realismo despiadado que la hace ser única
Donde lo honorable se da la mano con lo mas vil, en un viaje absolutamente desolador que te mantiene pegado al asiento como si tu fueras uno mas desafiando a ese destino inmisericorde. Y esto sucede, no solo por la tensión perfecta desgranada en cada viraje del volante. También por la profundidad de lo que nos están contando, donde el hombre pasa a ser un monigote zarandeado por un sistema donde la oferta es escasa y la demanda, nos convierte en dementes dispuestos a realizar lo que sea a cambio de una esperanza por ilógica que sea.
De un trozo de tiempo por el que venderemos lo invendible, intentando escapar de esa miseria a la que somos condenados. Migajas, que se nos ofrecen ante la indiferencia de quien nos paga por ello. Comprándonos nuestra conciencia, nuestra esencia, sabedor de que nuestra vida no vale mas que ese billete hacia un futuro que posiblemente no tarde en ser mas que el reflejo del mismo presente del que huimos. Película absolutamente demoledora y plena de fatalidad, donde se combina critica social y acción trepidante de manera sencillamente magistral……