Unos años sin valor, escondiendo la tristeza de una despedida que ya forma parte de uno. Vació infinito que se disfraza de dureza melancólica, taciturna y eterna.
Para componer, ese aura de perdedor con clase que como una colina cerrada. Se mueve dentro de un pequeño reducto de almas. en la mas absoluta de las derivas.
Ciudad exótica donde en cierto café de nombre mítico, pululan personajes de las mas diversa catadura. Unidos por tantos caminos acabados como sombreros hay en el guarda ropa.
Aun así, lanzadera para los sueños de una neutralidad que arde ante el imparable avance de los perros de la guerra. Que ausentes de toda dignidad, navegan entre la carroña buscando la presa perfecta
Ambiente perfecto para olvidar otros despertares, otros sentimientos que se fueron soltando, escapándose como un historia entre los dedos. Falso sueño en el que el viento nunca sopla a favor y las palabras son tragadas por silenciosas despedidas.
Quizás, como antesala de un imposible reencuentro. De todos los bares del mundo, tuviste que elegir precisamente el mio. El destino como siempre, jugando a esa ruleta rusa mientras sonríe burlonamente…..
Ya que, pocas veces, la gran pantalla se digna tocar a una de sus creaciones con esa varita mágica, buscada y casi nunca encontrada. Que, automáticamente dota de una magia imperecedera a quien acaricia. Ausentandola de los vaivenes del ocaso.
Eterna e inmortal. Sabedora de que le tiempo siempre jugara a su favor.. .. Ya que reconozcamoslo o no, el estatus de mítica es algo que no se suele regalar. Y si alguna película merece ese calificativo, sin duda es esta historia en apariencia sencilla. Narrada de forma pausada, sin ser ello sinónimo de lentitud.
Donde personajes con un pasado que se adivina, aunque apenas se den pistas sobre el. Se encuentran y desencuentran en un lugar como Casablanca y en un bar absolutamente embriagador como es el de Rick. Donde la fina linea que separa el triunfo del fracaso mas absoluto. Tiene nombre de pasaporte y esta manchado con la sangre de los que nunca lo conseguirán.
Punto de partida para que un director de encargo como es Michael Curtis. Totalmente alejado de eso que llaman autor, pero cuya filmografia seria envidiada por cualquiera. Cree una de las mas intensas historias de amor que ha dado la pantalla.
Sin olvidar su espíritu de cine negro o folletín de aventuras, ya que navegar lo hace por casi todos los géneros. Sin dejar nunca de acunarlos y aderezarlos con la genial música compuesta por Max Steiner. Para elevar la sublime fotografía de Arthur Edeson a la categoría de arte en blanco y negro.
Pero todo esto no seria nada sin ese cara de cartón, cínico y perspicaz, de profesión borracho. Que oculta profundas heridas y suelta perlas en forma de palabras, absolutamente demoledoras. Pase lo que pase,…Bogard siempre sera Rick.
Sin ese hombre de mundo vestido con uniforme de jefe de policía. Absolutamente corrupto y no menos cínico, pero capaz de una hidalguía final por el simple hecho de honrar una amistad….. Como solo saben hacerlo los que apenas tienen amigos. Claude Rains en uno de los mejores papeles secundarios de la historia del cine.
Tambien Rusos locos, vendedores de humo, luchadores de la libertad y tantas caras sin nombre que calladamente. Dan empaque y lustro a una obra que queda grabada en la retina, generación tras generación .. Sin acusar el demoledor y traidor paso de un tiempo voraz, con lo que se queda atras
Y por encima de todo…..ella, Como aparición fantasmal de un pasado que recuerda lo que fuimos y ya nunca seremos. Simplemente esperanzas que resurgen para en una apoteosis final ceder ante el peso de lo que se debe de hacer, casi siempre distinto a lo que deseariamos. Imgrid Bergman siempre sera ese París añorado
Y por una vez, esos dos cínicos entrañables se pierden en la neblina mientras ella sube a ese avion que se aleja para dar principio a….Una gran amistad