Tierra que retumba ante el inevitable choque donde el destino, jugara sus cartas mas negras. Converge, ya que son todos como niños, como niños una vez mas tras el silbato…..
Que, como faro agónico nos guía hacia esa parca solo esquiva con quien la busca. Y aun así…le seguimos en su loca carrera hacia ninguna parte. En un suicidio colectivo para satisfacer las demandas de quien…. Nunca se manchara las botas con nuestro barro
Pasarelas imaginarias…..fluidas silabas, el coronel da la orden, tu la obedeces y vuelve a sonar el fatídico silbato. Una vez mas, la cosquillearte preparación de la batalla queda atrás. Las trincheras se vuelven un hogar abandonado y la locura se apodera de cuerpos ansiosos por formar ese manto de vida arrebatada, que es la tierra tras la batalla
Engominada como cabello de proxeneta, aullando calladamente mientras sobre ella se cierne la metralla. Penetrando en cuerpos vencidos como punta de acero. Cerciorando miembros, cerciorando vidas y destruyendo sueños. Llora, pero que las lagrimas no se vean, tu, no eres un cobarde. Si acaso, un poblador mas de ríos de dolor que se esparcen….
Reptando, mientras un coronel asume el abrazo del poder, sin saber que es un amor que hiere. Que lastima en lo mas profundo del alma, ya que si en realidad nada puedes hacer…..De que sirves. Falsa limosna de comprensión Cuando todo se apague volverás al castillo junto a la casta. La trinchera para el arrabal en su silencio, sepulcral tras el bombardeo como alegato de la locura.
Y acabada la tempestad. Ese absurdo engendro de destrucción buscara culpables basándose en invisibles cadenas, forjadas en la obediencia ciega. Tan absurdas como esa escaramuzas fronterizas que, arrastran en su codicia a peones tan necesarios como prescindibles. Convirtiéndoles en lo que ni han sido, ni querrían ser jamas.
Juicio absurdo forjado en el miedo provocado por quien duerme en sabanas de lino. No, el lodazal no es buen sitio para retozar y por los pecados de la casta, sus fallos y miserias. Pagaran los del arrabal. Escoria prescindible que habita una ciudad de ira y muerte, llamada trincheras. Donde las migraciones del alma expiran pecados imaginarios
No, no hay entendimiento entre la casta y la plebe, ni tan siquiera un nexo de unión. Si acaso la cobardía, representada en ese teniente que agoniza en el infierno de los malditos. Suenan los últimos disparos y el presagio de buitres negros se vuelve real. No, no son balas enemigas, son de los nuestros. Fallido objetivo, aunque en realidad nunca lo hubo. Eso me condena y mientras me extingo…los maldigo……
Senderos de gloria que no conducen mas que a la tumba, donde el patriotismo es el ultimo refugio de los canallas. Demoledora película en conclusiones y alegato contra una guerra absurda. Gestada en despachos y en la que nada tiene sentido. Sin objetivos, sin un motivo claro y con el ansia de medrar en un generalato inmisericorde, anclado en privilegios desfasados.
Derrotista drama que ahonda en las miserias internas de un ejercito que se carcome por dentro. Incapaz de asumir sus fallos y dotado de un orden guerrero pleno de cinismo. Donde los culpables nunca son los que ostentan el poder. Y si, esos desgraciados parias que, simplemente estaban en el momento justo y en el sitio equivocado….
Obra maestra de un genio como Stanley Kubrick en la que va mucho mas allá de ser un mero alegato anti belicista. Donde en realidad se nos muestra la terrible brecha entre los que mandan y los que simplemente obedecen. Todo ensanchado por un drama, como fue una de las guerras mas absurdas que ha dado la historia..
Rodada con maestría y elevando a los altares la interpretación de Kirk Douglas. Resaltada en ese travelling de diez minutos en las trincheras que, ya esta en los anales de la historia del cine. Magistral película y de las llamadas anti belicistas. La mas compleja y conseguida……