Delicada obra maestra de silencios que condenan al destierro de la palabra. Finos trazos minimalistas marcan un camino sin coherencia aparente.. Sin prisas, olvidándose de que existe algo que llaman…Nudo y desenlace.
Estructura efímera, que juega con la potencia visual de unas imágenes que reflejan el dolor de los barcos hundidos. De ese cementerio de almas rotas, alejadas ya de una recuperación real. Quebradas, quizás por la misma fragilidad humana y dejandose llevar como un pañuelo por el viento….sin rumbo ni capitán, pero con la seguridad de que embarrancaran en el primer escollo que encuentren.
Lugar extraño, tierra de nadie donde el mundo exterior pasa a ser un concepto abstracto. El tiempo, simplemente un primo lejano que nos acuna cuando somos niños. En esta sucesión de imágenes sobrecogedoras en las que cada color, es un sentimiento complejo. Que deja paso, a un dolor interior mas allá de la comprensión de quien no lo padece.
Película de ritmo lento hasta la extenuación. De colores que forman en si mismo un universo. En el cual, se mueven unos personajes marcados por el sufrimiento a fuego y espada. De tal manera que el único consuelo que encuentran es aislarse en su particular mundo interior. Donde nada es realmente importante y como en una burbuja, huyen de todo recuerdo
Cualquier hecho aislado puede dar lugar al cataclismo y quebrarse es mucho mas fácil de lo que pensamos. Eso parece querer decirnos un director magistral, utilizando para ello unas imágenes a las que acompaña la lirica música compuesta por Hisaishi. Ambas, doliendo en el alma mientras la retuerce para transmitir esa sensación de desamparo que produce la visión de una de las obras mas tristes y emotivas….. Que ha dado esto que llamamos cine.
Una película para saborear lentamente, recreándose en unos fotogramas tan bellos como tristes. Con cierto sentido extraño de un humor casi surrealista. Dirigido todo por un maestro como Kitano, en quizás su película mas personal donde da rienda suelta a su capacidad para conseguir de cada plano una pequeña obra de arte. De los silencios , virtud y recrearlo en un universo bucólico donde todo se desborda hasta el delirio en esta obra donde se olvida de la violencia extrema de su otra obra maestra Hana- Bi.
Recreándose en sus demonios interiores. para retratar la fragilidad como pocas veces se ha hecho en la pantalla. Sin concesiones y directamente sacudiéndonos en el interior. Controvertido, quizás si, pero un maestro sin ninguna duda….