Atmósfera hiriente que otea desde su disfraz, la falsedad que producen las apariencias. Sonríe sin sentirse feliz, intentando ocultar imágenes que asolan un principio falsamente encriptado. Premolicion de lo que llegara y quizás por ello, te ausentaras de todos. Ya que en realidad, hace tiempo que estas huida de una sociedad envilecida por su culto a la mentira, .
A la falsedad entendida como quimera alcanzable. Neones en un campo de 18 hoyos, reconvertido en veneno de ansiedad para esa adulterada boda. Condenada desde ese primer escollo. Donde tu, enferma de soledad, te mueves en tu día señalado como niño limpiando un fusil.
Fragilmente, deambulas entre mentiras proclamadas desde el silencio. Quebrandote como arpista al viento, mientras este mece tu locura llamada melancolía. Inundando todo, acariciando en tu demencia un presente amenazado por un pasado que se intuye doloroso.
Quebrado por una parentela unida por frágiles lazos de daño compartido. Gritado, calladamente por una madre acusadora.. Ante un padre casquivano que simplemente huye de la quema, cuando en realidad mas lo necesitas. Cobardía disfrazada de indiferencia. en otro ladrillo mas en tu interminable pared…
Quizás por ello, perdidas las ultimas esperanzas hundirás el barco en un efímero momento fugaz, sin ningún valor. Atacando con el silencio, en vez de retorcer palabras dolorosas como decimales en una suma imperfecta.
Solo entonces, romperás ese presente irreal con una simple foto olvidada en un sillón. No hay compenetración donde uno deberían de ser dos. Y deslizandote te dejaras llevar una vez perdida esa cordura que te une al convencionalismo. Para invocar en soledad, esas imágenes que te roban el sueño rompiendo tu perdida calma. Inundandote bajo rayos de luna, brindando tu cuerpo en esplendor como ofrenda imaginaria
Hundiéndote para renacer en ese segunda parte como personaje fuerte. Según ese planeta de dolor se acerca. Tu que vives inmerso en el te creces, ya que en cierta manera lo deseas. Lo provocas, retorciéndolo en tu mente como colisión salvadora.
Tomando ese ultimo rumbo al compas de una melancolía, que va voviendose como piedra ante el viento. Tu infranqueable soledad se transmuta en barrera impermeable al desaliento. Y los cuerdos, los que esperaban ver un espectáculo grandioso de luz y color, mientras dos planetas se hermanan unidos por un eclipse. Se hunden ante la posibilidad de ser devorados por un choque inminente.. Caballos que anticipan el suicidio, como escape frio de un presente condenado
Lugrube final que renacerá en esa mentira a quien todavía quieres, En esa cueva que ilusamente protegerá del desastre anunciado. Tres contra un planeta llamado dolor y ….Sabes que nuca ganaras, pero con esa pequeña mentira…podrás descansar eternamente
Hipnótica y atrayente película que bucea en el fin del mundo de manera hasta ahora no pronunciada. Que anuncia una colisión de un planeta a la vez que se produce las de unas personas, como alegoría de una sociedad que se derrumba.
Rodada entre silencios e imágenes fastuosas. Que contrastan en los grises del paisaje resaltados por colores vivos. para conseguir esa apariencia casi mágica. Irreal fotografía abstraída, tan distante como la película que en ningún momento toma partido. Ni busca tan siquiera la mas mínima empatia con sus personajes.
Donde el fin del mundo pasa a ser algo secundario. Y los silencios fomentan la relación entre dos hermanas unidas solo por el desastre . Sin dar ninguna pista sobre ellas y utilizando una arrebatadora música como vehículo de sentimientos.
Todo inundado por una atmósfera asfixiante, desde esa boda que se antoja imposible. Hasta ese planeta que se acerca medido por un simple alambre como preludio del desastre. Que nadie espere acción, no la hay. Que nadie espere conversaciones filosóficas tipo Andrei Tarkosky …. Tampoco existen…
Solo cine de potencia visual exquisita, mientras la música de Richard Wargner nos dirige hacia un final, probablemente de los mas bellamente rodados en el cine moderno..Magistral sin duda y solo eclipsada por esa manía del director de tratar por momentos a la cámara como si la sostuviera un epiléptico.
Aun con ello, genial sin duda y mas viendo su coste, 7 millones de dolares. Ya podría aprender cierto cine patrio que desgraciadamente sufrimos hace tiempo